viernes, 25 de septiembre de 2009

Norte, muy al norte


Cada vez más caigo en la cuenta de que de verdad existen esos momentos cumbre, los momentos en los que no sabes el porqué, el cómo, el cuándo ni el dónde, pero que provocan un pico en un electrograma de tu vida. Simplemente un día, en un momento justo te encuentras con una persona, en un lugar y voilà, taquicardias. Palpitaciones. Te sube la tensión. Te baja el nivel de control de movimientos y te sientes torpe. Es un asco, pero no te quejas, porque es un pico del electrograma, con duración en el tiempo desconocida, con perspectiva de futuro desconocida, pero con sonrisa permanente mientras dura. Y si tiene que durar, que dure, ¿para qué pararse a contar los segundos? Es mejor vivirlos.
Luciérnaga es increíblemente torpe, increíblemente inoportuna y con una facilidad pasmosa para ser sutil y que nadie la entienda. Crucemos los dedos y toquemos madera. Que el pico dure.




¡POR DIOS, ES CIERTO, LAS CASUALIDADES EXISTEN!

jueves, 24 de septiembre de 2009

Sur


A veces me da la impresión de que el esfuerzo no se ve recompensado. No sé. Puede que por mucho que intentemos hacer bien las cosas SIEMPRE hay algo que se sale de nuestro alcance y que no controlamos.Puede que incluso no nos controlemos a nosotros mismos. Y yo sí, soy imperfecta, y no puedo pasar sin admitir que no, a veces no soy capaz de controlarme. Los impulsos. Las emociones. Llegan a ser más fuertes que tú. Y o te controlas, o te pierdes.
"Déjame en paz", "No, no, quédate", "Olvídame", "No me dejes nunca", "Te odio", "Te quiero"...
Somos una montaña de contradicción. O una maraña de impulsos eléctricos que no nos dejan actuar con lógica.
Hizo frío, fue uno de esos días en los que el viento te araña la piel y de camino a casa me dejé llevar por uno de esos impulsos. Y cuando te dejas llevar por uno de ellos solo sientes escarcha en los huesos.