No soy la chica que tiene la tripa dura y lisa, ni tampoco a la que la gente se gira para ver andar con tacones, porque aunque lo disimule, me tambaleo.
No soy la que cocina una inmensidad de cosas para mil invitados, sino la que improvisa algo y cruza los dedos para ver qué tal.
No madrugo los domingos para comprar el periódico ni para ir a misa. Y mi pelo al despertar se parece más a una maraña de rizos que a un anuncio de champú.Cuando veo una película que me hace llorar me esfuerzo para no hacerlo delante de mi hermana, se me humedecen los ojos pero miro hacia el techo para evitar que se me caigan los lagrimones.
No soy la persona más fotogénica del mundo. En cambio, me gusto y regusto en las fotos que tengo contigo.
No sé silbar y si lo intento no sale más que un intento frustrado de silbido mezclado con soplidos.
No me da vergüenza repetirte mil millones de veces lo mucho que me gustas, aunque me suene repetitiva y edulcorada.
Tampoco me daría vergüenza volver a llenar la ciudad con flechas azules, si son para ti.
llenaremos la ciudad de corazones rojos, ¿te apetece?