lunes, 16 de noviembre de 2009

Uno de ida, por favor.


Cuando llega algo a tu vida de repente, inesperado, imprevisto... Tienes dos opciones. Cagarte de miedo o pedir que te tiquen el billete y subir al tren.

Yo me he subido al tren. Por casualidad o por cosas de la vida. Y me gusta el paisaje. Me encanta.


Señor, dejémonos llevar.

1 comentario:

  1. Siempre hay que arriesgarse. Nadie sabe lo que nos espera al subir al tren

    saludos :)

    ResponderEliminar