Luciérnaga decidió un día tirarse al vacío. Cerró los ojos fuerte y allá fue... ¡PLOF!
Pero no cayó y se estrelló. Porque un piloto la recogió en su avioneta.
Y ahora lleva un cosquilleo pegado al cuerpo. Tiene el corazón suave y rojo. Y los dientes expuestos al sol.
Te salvo de una certera caida......
ResponderEliminarUn abrazo
en la avioneta no hace falta cinturón... se viaja con seguro..
ResponderEliminarun beso flor