martes, 11 de mayo de 2010

En el círculo polar.


Da susto pensar en el mañana. En dónde estaremos el año que viene, en el tiempo que hará, en la crisis, los amigos, la familia... Cuando cambias de ciudad, de país y de ritmo y forma de vida todo lo que está a tu alrededor da un traspiés. Y asusta. Asusta pensar en lo que vendrá, en lo que se quedará, en lo que se irá, en lo que hemos vivido y que no volveremos a vivir (al menos de la misma manera), en lo bueno y en lo malo que tenemos ahora y en lo bueno y en lo malo que nos encontraremos. Da susto, da miedo. Mucho. Así que, por si acaso sólo te voy a pedir unas cosas, fáciles de cumplir, muy fáciles de cumplir:

* Mantente como hasta ahora, no cambies ni un ápice la maravillosa manera que tienes de ser. Eres único, irrepetible, especial e increíble.
* Conserva la risa de gallina clueca que tienes, la sonrisa más preciosa del mundo y el guiño de ojos que me hace sonreír en cualquier situación.
* Acuérdate de mí todos los días con una carcajada, no olvides que la mayoría de ellas las provocas tú. Olvídate de los llantos y lloreras que me han acompañado los últimos meses. No valen la pena.
* No me digas te quiero más que en persona. Me gusta escucharlo al oído y viendo cómo se mueven tus labios al decirlo.
* Vete al faro de vez en cuando. Aunque no me veas, cuando estés allí, yo también estaré.
* Habla con tu madre, hazla reír y entretenla.
* Visita a Cris de vez en cuando. Sabes que le encanta y que estará encantada de que lo hagas.
* Acuérdate de que cada noche, "al otro lado del río", yo también estaré durmiendo sola. Hazme compañía.
* Espérame. Te juro que yo volveré.

(Y yo prometo mantenerme igual que hasta ahora, pero mejor. Yo me quedo contigo. Tú eres París.)

1 comentario:

  1. Ufff, amor a distancia... me suena demasiado. Sé fuerte! ;) Yo misma soy una prueba viviente de que sí se puede...

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