Con ovillos de lana y libros en el suelo, mesas de madera con cercos de tazas de té y mantas por todas partes. Con el corazón tranquilo. Mar, playa y arena en invierno y en verano.
Una cama para (al menos) los dos.
Con seis pies en lugar de cuatro. Contigo y conmigo, que somos nosotros.
Piloto, no dejemos de ser uno a la vez de dos nunca.
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